sábado, 18 de agosto de 2007

Surrealismo, el sueño como expresión de vida



Cuando el hombre deja la realidad a un lado y se olvida del pensamiento racional, surge en su interior el mundo del inconsciente. En la búsqueda por hacer realidad las pasiones y sentimientos del ser humano, surge el surrealismo como una manifestacion para rescatar aquello que no es posible ver


Entre los años 1920 y 1930, se estaba gestando en el mundo una nueva corriente artística cuya finalidad era manifestar todo el torrente imaginativo del hombre. Es así como surge un movimiento radical, que buscaba lograr a través del arte figurativo, un notable alejamiento de la realidad.
La tendencia conocida como Surrealismo, tiene sus raíces más cercanas en el movimiento Dadá, el cual inició en aquella época una revolución del arte que buscaba transgredir de forma desordenada todo lo hecho, a través de la adhesión del individuo a las necesidades de su propia naturaleza. Con ello, se pretendía hacer una negación nihilista del arte, y exaltar cualquier cosa que representara una revolución y manifestación de la libertad personal.Todo el camino construido por el Dadá, abrió las puertas para que en el año 1924 el francés André Breton publicara el "Primer Manifiesto del Surrealismo", con el que se decretaba la instauración de una tendencia que buscaba, según Breton, "el automatismo psíquico puro a través del cual nos proponemos expresar, ya sea verbalmente o por escrito, o de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento". A partir de ésta proclamación, el movimiento se concentró en la literatura y en la filosofía, teniendo como principal motivo de sus creaciones la frustración originada por las pésimas condiciones en que se encontraba Europa a finales de la Segunda Guerra Mundial. De aquí emerge la teoría que denomina al Surrealismo como un alejamiento de la realidad concreta, que pretende adentrarse en el universo de los sueños y las fantasías con un basamento más claro que el planteado por el desordenado Dadaísmo, sin contradicciones entre presente, pasado o futuro, para mostrar la cara oculta del ser humano.

Dadas las amplias posibilidades de esta concepción, la corriente artística se extendió a la pintura y la escultura, para las cuales tomó como fuente de inspiración experiencias pasadas, y el recuerdo de objetos vistos con anterioridad, para luego modificarlos y reagruparlos en sorprendentes creaciones de gran impacto visual, con una alta carga subjetiva. Los primeros exponentes de la corriente fueron el alemán Max Ernst, el francés Jean Arp, y el pintor y fotógrafo estadounidense Man Ray. Posteriormente, se unieron al grupo el francés André Masson y el español Joan Miró, quienes se desligaron del movimiento en el año 1925, por su individualismo y desacuerdos con los dictados de André Breton, al defender el estado de alucinación como fuente de inspiración. Otros artistas en cambio, apoyaban la figuración naturalista, tal es el caso de Salvador Dalí, René Magritte, Yves Tanguy, Giorgio de Chirico, y los latinoamericanos Wilfredo Lam y Roberto Matta. Éste grupo de nuevos artistas, comenzó a investigar nuevas técnicas para trabajar y darle forma a sus ideas, empleando el frottage, la decalcomanía, el grattage, y el cadáver exquisito.

Salvador Dalí transcribió sus sueños de una manera muy fotográfica, transformando estados delirantes, alucinaciones y obsesiones en principios artísticos inspirados en la primera etapa de producción artística de De Chirico. Cuidaba en demasía los detalles, en los que mezclaba una minuciosa caligrafía y el collage para dar vida a los excéntricos temas que lo obsesionaban. Este artista, a pesar de su extraordinaria obra, fue relegado por el resto de los creadores del género debido a que empezó a interesarse más por la comercialización de su arte, que por propagar las ideas del movimiento.

Como consecuencia del surrealismo y la abstracción, la pintura contemporánea demostró nuevas formas de conceptualizar a través de la libertad de pensamiento. Un nuevo concepto - en el que emergen lo maravilloso, el sueño, la locura y los estados de alucinación, aunado a todo lo fantástico y asombroso que recoge del mundo real - otorgó al Surrealismo una posición destacada dentro de la pintura al ir más allá de una rígida concepción lógica, que lo convierte en la otra cara de la moneda en el arte pictórico.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ALVALITROOOO
WENAAAAAAAAAAAA PO COMPAÑERAA KAREN COMO ESTAMOSS, ESPEREMOS Q BIEN NOMA PO MIJAAA MMMM YA PUEE ESTAMOS COMUNICANDONOS AHI POR MSN CUALQUIER BRUTALIDAD DE CARRETE Q SALGA POR AHII Y BUENO ESO NOMA MIRA Q ANDO O APORTEE AHORAAA SE ME CUIDA ARTO Y LOS BELMONT POR AHII CHABELAAAA SE CUIDA..

Anónimo dijo...

Es interesante komo una corriente se convirtio mas bién en una actualización de las técnicas existentes en ese período, o incluso, una RECONFIGURACIÓN de ellos. No soy un aficionado a la pintura, sin embargo quedo hipnotizado cada vez que observo una obra de Dalí: me pierdo en sus espacios sin fin, siempre encuentro objetos nuevos en cada pintura, todas sus visiones están totalmente vinculadas unas con otras, como si se tratase de un solo sueño. Espero que esa cadena de adn nazca de nuevo antes de que muera.